sábado, 18 de octubre de 2014


Había una vez un pez que vivía en el mundo del revés

Tenía la cola en la cabeza y la cabeza en los pies

un ojo en la panza y el otro en la espalda
Respiraba en el aire y se ahogaba en el agua

Nadaba para atrás y no veía nada en el agua transparente
Los chistes lo ponían triste
y los cuentos serios le sacaban una carcajada

Su familia creía que él estaba cuerdo y él sentía que todos estaban chiflados

Tenía un amigo que era un pelícano que no comía peces
Cada vez que venía a visitarlo le traía un regalo

Un día le trajo un collar de perlas y él pez se lo ató a la cola
Otro día le trajo un anillo de oro y éste se lo colgó en la oreja

Otra vez apareció con un tul enorme que en realidad era una red de pesca
Se lo había robado a unos pescadores que estaban sentados en el muelle contando cuentos disparatados.
Uno contaba que había pescado un pez que era mas grande que su canoa, el otro decía que el ojo de su pez era gigante, y superaba la cabeza del suyo.

Mientras discutían, tomaban mate y así fue que el pelícano aprovechando que estaban distraídos sacó la red y se la trajo a su amigo.

El pecesito se sintió tan emocionado por ese enorme regalo que lloró amargamente
Y fue feliz por siempre.

Y colorín colorado
éste cuento inventado
del apuro me ha sacado


Haleh

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