domingo, 8 de junio de 2014



SI AMAS A TU HIJO…
“Contéstale, no le informes.
Protégelo, no lo cubras.
Ayúdalo, no lo reemplaces.
Abrígalo, no lo tapes.
Amalo, no lo idolatres.
Acompáñalo, no lo lleves.
Muestrale el peligro, no lo atemorices.
Incorpóralo, no lo aisles.
Aliéntalo en sus esperanzas, no lo desencantes.
No le exijas ser el mejor, pídele que sea bueno y dale tú el ejemplo.
No le prodigues amor, rodéalo de amor.
No le denseñes a “Ser”, se tú como quieras que él sea.
No le dediques la vida, vivan en armonía disfrutando “todos” de la vida.
Rucuerda que tu hijo te escucha pero también te mira.
Y finalmente, cuando se rompa la jaula del canario;
No compres otra jaula, enséñale a vivir en libertad.
No le fabriques un castillo, ofrécele un hogar con ladrillos de “verdad”, “unidos” con cemento de amor…”

Una maestra jardinera entregando una carta a los papás.

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